El silencio también dice cosas (aunque no sepamos cuáles)

El silencio también dice cosas (aunque no sepamos cuáles)

Y no es porque no sienta, ni porque no piense.
Es solo que hay instantes en los que las palabras se esconden, se achican. Y está bien.

Vivimos en un tiempo donde parece obligatorio tener siempre algo que opinar. Rápido. Claro. Con fuerza.
Pero… ¿y si no?
¿Qué espacio le damos a los silencios? A esas pausas entre frases. A las miradas que duran más de lo previsto. A los momentos que no necesitan explicación.
A veces, eso también es arte. Más sutil. Más íntimo.

La decoración también puede hablar bajito

Me gusta pensar que los espacios que habitamos pueden ser suaves, silenciosos, acogedores.
Que no siempre necesitamos llenar las paredes de ruido visual. Que una lámina en blanco y negro puede transmitir más que cien colores gritones.

A veces, lo que más reconforta es eso: una imagen que no interrumpe.
Una lámina artística que acompaña en silencio.
Una decoración que susurra en lugar de imponerse.

Decorar con arte no siempre es impactar: también es elegir desde dentro. Crear un entorno emocional, tranquilo, que refleje lo que somos.

El silencio también comunica

Hay sentimientos que no tienen nombre. Por suerte.
Y no por eso son menos importantes.

En Arte Instante defiendo eso: que no hace falta entenderlo todo para sentir. Que puedes elegir una obra porque te calma. Porque te abraza.
Sin explicaciones. Sin justificar.

Una fotografía en blanco y negro, una imagen abstracta, un rincón decorado con lo mínimo…
Eso también es una forma de expresión. Y muchas veces nace del silencio.

Inspiración diaria, aunque no se vea

La inspiración diaria no siempre llega con fuegos artificiales.
A veces aparece en un reflejo. En una sombra.
En cómo alguien sostiene una taza caliente con las dos manos.
En cómo tu perro se queda en silencio frente a la ventana.

No todo tiene que ser productivo, ni perfecto.
A veces lo que más necesitamos es una pausa. Respirar. Observar.
Y desde ahí, empezar otra vez.

¿Y si hoy no publicas nada, pero miras más?

Yo comparto mucho, lo sé.
Pero a veces me pregunto si no vamos demasiado rápido. Si en vez de buscar nuevas frases, deberíamos aprender a quedarnos un rato más con lo que ya sentimos.

Tal vez pasamos imágenes sin verlas. O textos sin leerlos.
Pero si alguna vez algo que publiqué —una foto, una frase, una lámina— te hizo sentir algo, aunque no sepas qué, me encantaría saberlo.

Aunque sea con una palabra. Aunque no encuentres explicación.
Este espacio también es tuyo.

 

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